Evaluación de la validez del informe original: El contrainforme puede cuestionar la metodología, los procedimientos utilizados o las conclusiones del informe inicial, señalando posibles errores, sesgos o falta de pruebas que puedan afectar la objetividad del análisis.
Objetividad y evidencia: Al igual que el informe original, el contrainforme debe basarse en una evaluación imparcial y objetiva, sustentada en la evidencia psicológica y científica. No se trata de defender una parte en particular, sino de proporcionar una evaluación adicional para que el juez o tribunal cuente con una visión más completa.
Nueva evaluación psicológica: En algunos casos, el contrainforme puede requerir una nueva evaluación psicológica del sujeto involucrado en el proceso, ya sea a través de entrevistas, pruebas o análisis clínicos, para obtener una segunda opinión o validar los hallazgos del informe inicial.
Objetivo judicial: El contrainforme tiene un propósito legal y puede influir en las decisiones judiciales, especialmente en casos de gran relevancia en los que el informe psicológico original desempeña un papel crucial en la determinación de la culpabilidad o la capacidad de una persona para enfrentar un juicio, entre otros aspectos.
En definitiva, el contrainforme en psicología forense es un análisis crítico que se utiliza para proporcionar una segunda perspectiva profesional sobre un informe previo, buscando aclarar, rectificar o ampliar la información presentada para asegurar que la toma de decisiones judiciales se haga de manera más precisa y fundamentada.
